La misma recrea a una familia acomodada que ha caído en desgracia.
El padre, jugador compulsivo, perdió la fortuna en la timba y los burros.
Toda la familia ha caído en un caos de irresponsabilidad.
El hijo mayor llega de visita y se propone regenerar a sus padres y hermanos asumiendo la autoridad de la casa.
Damián, el hijo pródigo, lucha como un héroe contra Jorge, su propio padre, quien, irónicamente recibe como piedrazos los valores que su hijo le reclama, valores que él mismo le inculcó en su infancia y ahora desprecia.
La obra fue representada, dirigida y producida por los alumnos de tercero, quieren se ocuparon del vestuario, la ambientación y la caracterización de los personajes, estimulados por la docente Daniela Mendoza
Solo algunas escenas fueron presentadas al público por distintos actores y un presentador que iba guiando al publico (otros alumnos) explicando de que trataba cada uno de los actos que se estaba representando, para que los espectadores tuvieran noción sobre "que iba la obra".